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El sueño, fuente de crecimiento y bienestar

DICIEMBRE 2019 -POR MARÍA ANDREA CALERO

Que alce la mano el papá o la mamá que no piensa en la hora en que su hijo se duerma para tener un espacio para descansar, trabajar, leer, compartir en pareja o simplemente para hacer nada. Y es que los pequeños tienen tanta energía que pensamos que en vez de dormir lo que hacen es recargarse. Con una o dos horas de sueño es suficiente para estar activos durante media jornada del día y hasta más.


Además, los que somos padres sabemos muy bien que la calidad y la cantidad del sueño de nuestros hijos afecta directamente el bienestar de los padres y de todo el núcleo familiar.


Cuando nacen, los bebés prácticamente solo duermen y comen, pero a medida que van creciendo, sus costumbres y actividades van aumentando y con ello las horas de sueño durante el día cada vez son menos. Por ejemplo, de los cero meses hasta los seis pueden dormir en total 18 horas, entre los 4 y 12 meses duermen máximo 16 horas, entre 1 y 2 años requieren de máximo 14 horas en el día, de los 3 a los 5 años duermen máximo 13 horas, entre los 6 y los 12 años ya solo duermen 12 horas y cuando son adolescentes solo necesitan de máximo 10 horas.


Algo particularmente curioso que vamos descubriendo los padres, es que al contrario de los adultos, cuando los bebés y los niños tienen sueño se vuelven más hiperactivos e inquietos de lo normal.


El sueño es un hábito aprendido


Así como la mayoría de cosas en la vida, el sueño es un hábito que también se aprende y mucho mejor si es desde que se es muy pequeño. Y aquí no te vamos a dar un paso a paso de cómo hacerlo con tu hijo pero sí te vamos a dar algunos consejos que si los aplicas cada día, te aseguro que te funcionará. Recuerda que la paciencia y la constancia son dos aliados que debes practicar en las crianza de tu hijo.


  • Ten una rutina de sueño. Establece una hora en la que tu hijo debe ir a la cama a dormir y para ello empieza la rutina 30 minutos antes. Esta puede empezar con un relajante baño, unos masajes mientras le aplicas la crema en el cuerpo, evitar las pantallas por lo menos una hora antes y tener un ambiente de calma, puede ser con música suave y luces tenues.

  • Contrario a lo que muchos piensan, la siesta es súper importante para que en la noche puedan tener un sueño reparador y tranquilo.

  • Si tu hijo tiene más de dos años intenta que la siesta no dure más de una hora y media y que termine antes de las 3:00 de la tarde.

  • Importante que durante el día estén activos y se alimenten adecuadamente.


Igual sabemos que cada niño es un mundo y que lo que funciona con uno, con otros no. Así que ánimo, y como te hemos dicho en otras oportunidades, no dejes que tanta información y consejos de personas inexpertas turben tu tranquilidad.


Paciencia, constancia y amor es lo más importante para la crianza de tus hijos.



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